Contenido de Banquete de los mendigos

Por MA Paul Kachur

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En su serie de Libros de la vida, el autor George Grow expone su filosofía Integral como la Otra Vía, una salida de una mentalidad basada en extremos, como el teísmo y el ateísmo, el idealismo y el racionalismo, la sociedad abierta y cerrada, incluso proponiendo una sociedad social y política. Visión basada en sus principios entretenida y críticamente enfrentada por una gran variedad de destinos.

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La Ropa Nueva de Mesías coloca este tema en un entorno post-apocalíptico, es decir, las ruinas de Manhattan después de la guerra, plagado por el posterior colapso social y político.

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Los ajustes y los fragmentos de lo familiar aún son visibles a medida que la obra comienza con dos figuras en Central Park discutiendo sus técnicas de supervivencia en la vida cotidiana.

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Babir es un inmigrante ilegal de Pakistán que se quedó varado en Estados Unidos y no puede reunir recursos para volver a casa debido a la inflación y el caos desenfrenados.

 

Su interlocutor Chad es un ingeniero desempleado que acampa en Central Park, que se ha convertido en un refugio donde la gente viene a enterrar sus objetos de valor para mantenerlos a salvo. Vive de objetos perdidos que ha encontrado. Está particularmente orgulloso de su saco de carbón, que ha ayudado a calentar su casucha durante el invierno.

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Babir anuncia que se ha unido al culto a los mendigos surgido en medio de las ruinas de una sociedad que alguna vez fue próspera.

 

Las cuestiones de teología y el significado de la vida surgen en la discusión de manera práctica junto con cuestiones de supervivencia, encontrar suficiente para comer mantenerse abrigado y protegido en medio de las ruinas de Manhattan.

 

Todavía hay algún tipo de orden mundial, pero es solo un hilo suelto que mantiene unida a una sociedad caótica. Lo único que parece ser confiable y regular son los cortes de electricidad planificados, que le dan un ritmo a la vida diaria y al culto.

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En la novela de 2010 de Gary Shteyngart, Super Sad True Love Story, describe un futuro después del colapso económico en Estados Unidos en el que la sociedad se divide entre los que tienen (aquellos con acceso a moneda extranjera estable) y los que no tienen (los que tienen que confiar en dólares estadounidenses casi inútiles).

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El cambio social como resultado de una agitación catastrófica es el tema de muchas otras obras famosas de ficción especulativa, desde los soldados de la nave espacial de Heinlein hasta el clásico de ciencia ficción The Day the Earth Stood Still. También es parte de la tesis histórica generacional de Strauss-Howe como se expresa en The Fourth Tuning.

 

Su punto es que los humanos son criaturas de hábito y comodidad, y requieren una gran crisis para finalmente lograr un cambio significativo. Sin embargo, este cambio no siempre es necesariamente progreso.

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En La Ropa Nueva de Mesías, la visión de George Grow se desarrolla en un Manhattan de posguerra donde los extremos son aún mayores y un ejército de mendigos ha aparecido en las calles. Pero estos son más que simples mendigos, también son representantes de una asociación educada de mendigos cuyos principios se centran en superar la dicotomía y lograr la unidad del espíritu necesaria para comprender las grandes preguntas de la vida, el culto a lo Integral. Están tratando de compensar el caos en el que se ha deslizado la vida moderna.

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En su serie de Libros de la vida, el autor amplía las aplicaciones de su enfoque integral. Aquí el ejemplo se da en forma de contraste entre mendigo y donante: opuestos sociales. El mendigo ya no es solo un receptor pasivo, su tarea es ayudar a los donantes a superar la barrera entre ellos y el gran Poder Integral.

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En el futuro alternativo de la obra, los mendicantes no son solo parte de un sindicato del crimen organizado como en la Ópera Threepenny de Brecht, sino que son parte de un culto religioso, no un día del juicio final o culto a la personalidad, sino el culto a lo Integral, en el que el objetivo de cada mendigo es ayudar a las personas que los ayudan. Se les enseña a ser vasos, abiertos por todos lados, para ayudar y responder a sus donantes y para tratar de formar la unidad necesaria requerida para lograr la plena comunicación, la forma de iluminación integral y el intercambio comunicativo con el universo.

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El segundo acto de la obra tiene lugar como una sesión introductoria y de capacitación para los mendigos recién nombrados, que se lleva a cabo en un pasillo en el tercer piso de un edificio en Manhattan, rodeado de rascacielos destrozados, la Estación Central y las ruinas del One World Trade Center, en la distancia.

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La Sra. Slamecka y su equipo hacen que los nuevos miembros reciten el Códice de Mendigos: los mendigos son los templos de la ciudad, representan un mundo en el que todos tienen suficiente, en el que no hay distinción entre mendigo y mecenas. Redefinen no solo la relación entre mendigo y donante, sino la noción de sacrificio, no las ofrendas quemadas a un templo de piedra o arrojadas a un cuerpo sagrado de agua, sino el auto-sacrificio a otro ser vivo como medio de abrir las puertas de la conciencia.

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Oímos mencionar las instituciones que George Grow ha propuesto para un futuro integral de la humanidad en sus otras obras. Las Cortee-I, que han venido a sustituir a las iglesias en el nuevo orden social, se dan por dados en el escenario y ya se han constituido como la fundación y patrono de la Asociación de Mendigos.

 

El seminario introductorio para los mendigos recién contratados se convierte sin embargo, más en una discusión de la filosofía integral, se hace un seguimiento a muchos pensadores occidentales, como Viktor Frankl y Logotherpy, la conciencia oceánica de Freud o la noción de libertad y alambre de púas de Solzhenitsyn, que como un El culto monástico, nos libera de las preocupaciones cotidianas y nos permite concentrarnos en nuestro crecimiento espiritual.

 

El Tao, las enseñanzas de Meher Baba e incluso la diosa egipcia Maat también surgen y aportan aspectos desde el lado de la religión y el misticismo.

 

La sesión se interrumpe cerca del final del segundo acto por una operación policial. El comisionado le anuncia a la Sra. Slamecka que hay un mendigo desnudo que se presenta como el Mesías de Manhattan cerca de la Estación Central, lo que atrae a una gran multitud y crea un disturbio. Pero es atraído al seminario tan pronto como se demuestra que mendigar desnudo no viola ninguna ley contra la mendicidad agresiva, simplemente tratando de demostrar la desnudez interior del público que pasa a través de su desnudez exterior.

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¿Este mendigo está violando su código al causar disturbios públicos? Por interpretación estricta, no está provocando ningún trastorno físico, solo moral y espiritual, lo cual está plenamente en consonancia con el papel y la tarea de los mendigos. Aquí nuevamente, la filosofía integral se imparte a través de yuxtaposiciones de extremos u opuestos.

 

El culto de los mendigos no es una secta. Es mantenido por el gobierno de la ciudad y se incorpora como un culto a la cultura en la vida pública. El Sr. Kessler, la voz del altavoz, que recita un artículo tras otro del Códice de mendigos, personifica la autoridad del estado sobre el seminario de capacitación.

 

Al mismo tiempo, el humor kafkiano y la pregunta pendiente en el segundo y tercer acto sobre si es realista en absoluto que pueda surgir una nueva espiritualidad y metafísica en una sociedad futura, revela que no podemos responder a esta pregunta desde el punto de vista actual. La claridad llega cuando miramos la obra junto con otras dos obras de George Grow. Como trilogía, Hongos de Miel, representa el pasado, Despierta, Bella Durmiente el presente y La nueva ropa del Mesías el futuro del crecimiento metafísico siguiendo la teoría de la historia de George Grow que se divulga en tres fases. Debido a que la Fase Tres se iniciará en el año 2.500 y hasta entonces hay medio milenio en el que pueden pasar muchas cosas, parece casi imposible decir si surgirá o no un nuevo culto metafísico como bien común.

 

El tercer acto es una fiesta de cumpleaños para los mendigos, de los cuales hay unos 15.000 en todo el mundo, es decir, casi 300 cumpleaños para celebrar todos los días. Esto nos presenta la imagen de velas encendidas en la oscuridad del corte de energía que ocurre justo a tiempo y dando visión a los ciegos y orientación a los perdidos y ejemplificando así el papel de los mendigos en la nueva sociedad.